Si el de marca vale 100 y el EFG vale 80, y todos los fabricantes ganan dinero, ¿para cuándo una "industria nacional del medicamento" o algo parecido sin ánimo de lucro que saca el producto a precio de coste (¿50-60-70?)?
Dos pájaros de un tiro: de un plumazo se ahorra un pastón y se soluciona el problema de la "bioapariencia".
Cartas desde la gripería
Mi giligripería nació con el Pánico A de 2009 por orden de la coordinadora, gerente, C. de Sanidad, ¿Ministerio?, ¿la OMS?,..de ¡vaya Vd. a saber! En el chiringuito había un médico todo el día, para la gran demanda de enfermos gravísimos y "contagiosísimos". Pero no: diez al día con catarrillo de tres al cuarto o con síndrome gripal de andar por casa. Este blog ya no tiene que ver con el Pánico A, pero no había trabajo (¡menudo chollo fue aquello!) y se me ocurrieron algunas cosas.
miércoles, 24 de agosto de 2011
Parece que vuelven los grises
http://politica.elpais.com/politica/2011/08/23/actualidad/1314130812_116273.html
martes, 23 de agosto de 2011
Giligripería
Cartas desde la gripería o desde la giligripería.
Las giligriperías se montaron en octubre/noviembre de 2009 a raíz de la epidemia de Pánico A también llamada Gripe A. En mi centro de salud se hizo por orden de la coordinadora, que cumplía órdenes del gerente, que cumplía órdenes de la Consejería de Sanidad, ¿que cumplía órdenes del Ministerio?, ¿que cumplía órdenes de la OMS?, ¿que cumplía órdenes de ¡vaya Vd. a saber quien!?…
Aquello consistía en un chiringuito donde estaba un médico toda la mañana (uno tres horas y media y otro otras tres horas y media) y otro toda la tarde, para atender la gran demanda de enfermos gravísimos y “contagiosísimos” que vendrían.
Y luego vino lo que vino: ocho o diez pacientes al día con un catarrillo de tres al cuarto o, como mucho, con un síndrome gripal de andar por casa.
…
Los objetivos de este blog ya no tienen nada que ver con la epidemia de Pánico A, solamente quería explicar el por qué del nombre “cartas desde la gripería”.
Como no había trabajo (¡menudo chollo fue aquello!) se me ocurrieron bastantes cosas y escribí algunas, que -supongo- irán saliendo aquí.
Las giligriperías se montaron en octubre/noviembre de 2009 a raíz de la epidemia de Pánico A también llamada Gripe A. En mi centro de salud se hizo por orden de la coordinadora, que cumplía órdenes del gerente, que cumplía órdenes de la Consejería de Sanidad, ¿que cumplía órdenes del Ministerio?, ¿que cumplía órdenes de la OMS?, ¿que cumplía órdenes de ¡vaya Vd. a saber quien!?…
Aquello consistía en un chiringuito donde estaba un médico toda la mañana (uno tres horas y media y otro otras tres horas y media) y otro toda la tarde, para atender la gran demanda de enfermos gravísimos y “contagiosísimos” que vendrían.
Y luego vino lo que vino: ocho o diez pacientes al día con un catarrillo de tres al cuarto o, como mucho, con un síndrome gripal de andar por casa.
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Los objetivos de este blog ya no tienen nada que ver con la epidemia de Pánico A, solamente quería explicar el por qué del nombre “cartas desde la gripería”.
Como no había trabajo (¡menudo chollo fue aquello!) se me ocurrieron bastantes cosas y escribí algunas, que -supongo- irán saliendo aquí.
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